jueves, 18 de marzo de 2021

Bisectriz de un ángulo

Bisectriz: semirrecta que parte del vértice de un ángulo y lo divide en dos partes iguales.

jueves, 11 de marzo de 2021

Campo semántico


Ángulos

En geometría, el ángulo puede ser entendido como la parte del plano comprendida entre dos semirrectas llamadas lados que tienen el mismo punto de origen llamado vértice del ángulo.​



Posición en el plano de rectas y circunferencias

Pincha en la imagen y descubre mucho más.




lunes, 1 de marzo de 2021

Romance del Conde Flores (Marzo)

Romance del Conde Flores
Grandes guerras se publican 
entre España y Portugal
y al conde Flores le llevan 
de capitán general.
La condesa, que lo supo, 
no dejaba de llorar:
- Decidme, por Dios, buen Conde, 
cuánto tiempo faltarás.
- Condesa, no cuentes días; 
por años hay que contar.
Si a los siete años no vuelvo, 
condesa, te casarás.

Pasan siete, pasan ocho, 
pero el Conde no vendrá
y llorando la condesa, 
pasa así su soledad.
Estando en su estancia un día, 
su padre la vino a hablar:
- Cartas del Conde no llegan, 
hija, te debes casar.
- No lo querrá el Dios del cielo, 
ni la Santa Trinidad;
mientras mi marido viva, 
no me puedo desposar.

Dadme licencia, mi padre, 
para al Conde ir a buscar.
- Mi licencia tienes, hija; 
cúmplase tu voluntad.
Se quita el rico vestido, 
se pone un tosco sayal,
coge un bastón en su mano 
y se va a peregrinar.
Anduvo de villa en villa 
y de ciudad en ciudad,
anduvo tierras y tierras, 
no pudo al Conde encontrar.

Estando desesperada, 
ya pensaba en regresar,
cuando gran rebaño, un día, 
halló en un ancho pinar.
- Pastorcito, pastorcito, 
por la Santa Trinidad,
que me niegues la mentira 
y me digas la verdad.
 ¿De quién es este rebaño, 
con tanto hierro y señal?
- Del Conde Flores, romera, 
que hoy está para casar.
¿En dónde vive ese Conde? 
¿En dónde le podré hallar?
- En aquel alto palacio, 
en aquel palacio real.

Ha llegado hasta la puerta, 
y al Conde se fue a encontrar.
- Dadme limosna, buen Conde, 
por Dios o por caridad.
Metió la mano en su bolsa, 
un real de plata le da.
- ¡Qué corta limosna es ésta,
 para la que solía dar!
- ¿De dónde es la peregrina? 
¿De qué tierra y qué ciudad?
- De la ciudad de Sevilla 
y de España natural.

- Diga, diga la romera, 
qué se cuenta por allá.
- Que el Conde Flores no ha vuelto 
y su mujer le ha ido a buscar.
- ¿Quién eres tú, peregrina,
que tantas señas me das?
- ¿No me conoces, buen Conde? 
Pues mira y conocerás
el anillo que me diste 
el día de desposar.
Al oír estas palabras, 
cae desmayado hacia atrás.

Ni con agua ni con vino 
se le pueden levantar
si no es con dulces palabras 
que la romera le da.
Arriba llora la novia 
en un alto ventanal:
- Malhaya la romerita, 
quién la trajo para acá.
- No la maldiga ninguno
que es mi mujer natural;
con ella vuelvo a mi tierra; 
con Dios, señores, quedad
que los amores primeros 
son muy malos de olvidar.